Quizás pocas veces nos planteamos la importancia de la meditación en nuestra
vida cotidiana. Sin embargo, La meditación es una práctica poderosísima e
imprescindible para afrontar el mundo en el que vivimos de estrés, prisas, rapidez;
para unir la formación con la vida espiritual en la vida cotidiana; para aproximarnos a la
experiencia de Dios: para “conocerle a Él para conocerme a mi”.
Conscientes de todo esto, en el 2015 se creó en Sta. Ana y la Esperanza un taller de
Meditación-Contemplación donde aprendemos a orar, a silenciarnos, a caminar a
nuestro propio corazón, para encontrarnos allí con el Dios que nos habita.
“Viajan los hombres por admirar la altura de los montes, la enorme agitación del mar,
la anchura de los ríos, la inmensidad del océano y el curso de los astros, y se olvidan
de sí mismos” dice S. Agustín..
“Entra”, dice Santa Teresa, porque tienes “al Emperador del cielo y de la tierra en tu
casa … no ha menester alas para ir a buscarle, sino ponerse en soledad y mirarle
dentro de sí …”.
El grupo del Taller de Meditación-Contemplación nos reunimos, un sábado al mes, con
el P. José Luis Martínez que nos enseña a vaciar nuestra mente con el fin de llenarla
para llegar a ser uno con Dios. Aprendemos a descender con la mente en el corazón,
y allí estar delante del Señor, siempre presente dentro de nosotros
El resultado de contemplar es saber escuchar para poder contemplar a Dios en el
silencio de nuestro corazón, mirarlo sin pensarlo, dejándonos absorber por su
presencia para que El sea la fuente de nuestras palabras y acciones.
Además, la meditación-contemplación: mejora de la salud física y emocional, reduce el
nivel de ansiedad, ayuda a estar más sereno y conectar con la paz profunda que en
realidad somos, disuelve rencores y viejas heridas anidadas en el subconsciente,
favorece la maduración emocional de la persona y expande la autoconsciencia,
aumenta la lucidez mental, despertando la creatividad y el autodescubrimiento,
permite aflorar el amor expresado en perdón, respeto y aumenta la concentración
permitiendo un mayor disfrute de los detalles pequeños.
Todo son beneficios, aunque a veces puede asaltar la duda de si esto es para ti pero
solo hay un modo de saber si la meditación merece realmente la pena, aprenderla y
llevarla a la práctica. Comprobarlo por ti mismo.