Oración 28N

Entrada

Preparad el camino al Señor
y escuchad la palabra de Dios. (bis)

Voz que clama en el desierto:
“preparad el camino al Señor,
haced rectas todas sus sendas,
preparad el camino al Señor.”

Voz que clama en el desierto:
“preparad el camino al Señor,
desterrad la mentira por siempre,
preparad el camino al Señor”.

 

Lectura del profeta Isaías

1«Consolad, consolad a mi pueblo | —dice vuestro Dios—; 2hablad al corazón de Jerusalén, | gritadle, | que se ha cumplido su servicio | y está pagado su crimen, | pues de la mano del Señor ha recibido | doble paga por sus pecados». 3Una voz grita: | «En el desierto preparadle | un camino al Señor; | allanad en la estepa | una calzada para nuestro Dios; 4que los valles se levanten, | que montes y colinas se abajen, | que lo torcido se enderece | y lo escabroso se iguale. 5Se revelará la gloria del Señor, | y la verán todos juntos | —ha hablado la boca del Señor—». 6Dice una voz: «Grita». | Respondo: «¿Qué debo gritar?». | «Toda carne es hierba | y su belleza como flor campestre: 7se agosta la hierba, se marchita la flor, | cuando el aliento del Señor | sopla sobre ellos; | sí, la hierba es el pueblo; 8se agosta la hierba, se marchita la flor, | pero la palabra de nuestro Dios | permanece para siempre». 9Súbete a un monte elevado, | heraldo de Sión; | alza fuerte la voz, | heraldo de Jerusalén; | álzala, no temas, | di a las ciudades de Judá: | «Aquí está vuestro Dios. 10Mirad, el Señor Dios llega con poder | y con su brazo manda. | Mirad, viene con él su salario | y su recompensa lo precede. 11Como un pastor que apacienta el rebaño, | reúne con su brazo los corderos | y los lleva sobre el pecho; | cuida él mismo a las ovejas que crían». 12¿Quién ha medido el mar | con el cuenco de sus manos | y mensurado a palmos el cielo, | o con una medida el polvo de la tierra? | ¿Quién ha pesado en la báscula los montes | y en la balanza las colinas? 13¿Quién ha medido el espíritu del Señor? | ¿Qué consejero lo ha instruido? 14¿Con quién se aconsejó para comprender, | para que lo instruyera | en el camino del derecho, | le enseñara el saber | y le diera a conocer la prudencia?

Reflexión de San Agustín

2. Sigue: Hubo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan2. Lo anteriormente dicho, hermanos carísimos, se ha dicho sobre la inefable divinidad de Cristo y casi inefablemente. ¿Quién, en efecto, comprenderá: «En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios»? Y, para que por el uso diario de nuestras palabras no se te deprecie el nombre de «palabra», dice: Y la Palabra era Dios. Esta Palabra es la misma sobre la que el pasado día hemos hablado mucho. Quiera Dios que, después de tanto hablar, algo haya llegado a vuestros corazones. En el principio existía la Palabra. Es ella misma, es de idéntica manera, como es siempre, así es, no puede cambiarse; esto significa «es». A su siervo Moisés dijo este nombre suyo: Yo soy el que soy, y: El que es me ha enviado3.

¿Quién, pues, captará esto, cuando todo lo que veis es mortal, cuando estáis viendo las mutaciones cualitativas no sólo de los cuerpos en el nacer, crecer, envejecer y morir, sino incluso las mutaciones del alma; cuando las diversas inclinaciones de la voluntad la llevan de un sitio para otro y hasta la dividen; cuando veis cómo los hombres son capaces de alcanzar la sabiduría si se acercan a su luz y a su calor, y cómo también pueden perderla si se alejan de ella por un afecto desordenado? Cuando, pues, veis que todo esto es mudable, ¿qué es lo que es, sino lo que trasciende todo lo que existe, pero cuyo ser es como si no existiera? ¿Y quién entenderá esto? ¿O quién, a fuerza de concentrar de algún modo todo el poder de su inteligencia, será capaz de llegar a tocar lo que realmente es? Y después de haberlo tocado, dentro de su capacidad, ¿quién será capaz de alcanzarlo? Es como si alguien divisara desde lejos su patria, pero un mar se interpusiera entre los dos: ve a dónde ir, pero ignora el camino. Así nos ocurre a nosotros: anhelamos alcanzar nuestra condición estable, donde el ser realmente es, porque seguirá siendo siempre lo que es; pero está por medio el mar de este mundo, por donde caminamos, aunque ya vemos a dónde caminamos. Muchos ni siquiera saben a dónde van. Pero para enseñarnos el camino, vino el mismo a quien queríamos ir. ¿Y qué hizo? Nos puso el leño con el que poder atravesar el mar. Nadie es capaz de pasar el mar de este mundo si no lo lleva la cruz de Cristo. A veces abraza al árbol de la cruz incluso el de ojos enfermos. Y quien de lejos no ve a dónde va, no se aparte de ella, y ella misma lo llevará.

3. Me gustaría, pues, hermanos míos, que penetrase esto en vuestros corazones: si queréis vivir una vida cristiana y fervorosa, uníos a Cristo en aquello que se hizo por nosotros. Así llegaréis a lo que él es y a lo que él era. Se acercó a nosotros hasta el punto de hacerse hombre. Y se hizo precisamente para servir de vehículo a los débiles, y que puedan atravesar el mar de este mundo y llegar a la patria. Allí no habrá necesidad de nave alguna, porque no hay mar que atravesar. Y mejor es no llegar a descubrir con la inteligencia el Ser por excelencia, permaneciendo unidos a la cruz de Cristo, que descubrirlo y despreciar la cruz de Cristo. Lo mejor de todo, si es posible, está en ver a dónde hay que ir, y mantenerse firmes en el vehículo que nos lleva.

(Comentarios al Evangelio de S. Juan, 2, 3-4)

 

Canto Final

SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA,
MANTÉN EL RITMO DE NUESTRA ESPERA.

1. Nos diste al esperado de los tiempos
mil veces prometido en los profetas
y nosotros de nuevo deseamos
que vuelva a repetirnos sus promesas.

2. Brillaste como aurora del gran día,
plantaba Dios su tienda en nuestro suelo,
y nosotros soñamos con su vuelta,
queremos la llegada de su Reino.

3. Viviste con la cruz de la esperanza
tensando en el amor la larga espera
y nosotros buscamos con los hombres
el nuevo amanecer de nuestra tierra.

4. Esperaste cuando todos vacilaban
el triunfo de Jesús sobre la muerte
y nosotros esperamos que su vida
anime nuestro mundo para siempre.

(puedes escucharla aquí🙂

 

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